viernes, 9 de septiembre de 2011

El que viaja

Admirable me resulta la profundidad de la simbología utilizada en la antigüa grecia. Del panteón griego me es particularmente enigmática a la vez que atractiva la figura de Dionisos, el extranjero. El Dios reflejo de otra cultura, del otro, de la otredad... El distinto...  errático viajante que recorre el mundo en un viaje con escala en cualquier lugar donde se encuentre con alguien, donde alguien se encuentre. Siempre hay un otro cuando hay un uno mismo...  El viajante como símbolo de diálogo, de confrontación, de dicotomía entre dos mundos: el interno y el externo... La idea de recorrer el camino del viajante para reconocer la otredad en mi me llena de intriga, me colma, se trata de un camino tan interno como externo... A la vez surge una interrogante la cuál algunas noches de desvelo me propongo interrogar:

¿ Existirá esa frontera en el camino ?

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